Hotel conde aznar jaca
Desglosando Hotel conde aznar jaca
Jaca contaba para su gobierno, desde el siglo XIII, con la participación del Consejo de Ciento, que estaba formado por cien hombres buenos. En la Edad Media y en cumplimiento del fuero de Jaca, los jacetanos cuyas casas se ubicaran en los límites de la urbe debían edificar su parte de muralla pertinente.
Cerca de Jaca se halla el valle de Tena, uno de los lugares más grandes y poblados del Pirineo, con cumbres de más de 3000 metros como Balaitus, Gran Facha, Argualas y los Picos del Averno. Así que te puedes imaginar que en esta zona vas a poder disfrutar de manera plena de la naturaleza.
Por la carretera que va desde Jaca a San Juan de la Peña se encuentra el pueblecito de Santa Cruz de la Serós, con 2 iglesias románicas donde se puede hacer una parada para comer. Está declarado Conjunto Histórico Artístico del camino de Santiago.
El Valle de Hecho y el Val de Ansó ya está habitado desde hace más de cinco mil años y es exactamente en esta zona donde nació Aragón como reino. Así que podrás imaginar la riqueza cultural e histórica que conserva este sitio Hotel conde aznar jaca.
Para comer en Jaca podrás localizar una gran variedad de restaurants y bares típicos como el restorán La Cadiera, La Taberna de Ana, La Campanilla o el Mesón Asador El Pajar. Si deseas salir a tomar algo puedes ir a Zebra veintiuno o a la Antigua Estación.
Para concluir un día en Jaca que mejor que recorrer el paseo de la Cantera. Este balcón de prácticamente dos kilómetros de extensión ofrece unas vistas de excepción sobre todo el Valle del Aragón. Con estar carta de presentación, no es de extrañar que se vean muchas parejas paseando.
En la urbe de Jaca es muy frecuente salir de tapas, y es además de esto un hábito que se practica a prácticamente cualquier hora del día. Dar un camino por el Puro Antiguo y descubrir los diferentes establecimientos con mordiscos exquisitos hará que no desees salir de allá.
El Fuerte de Rapitán es una de las piezas más interesantes del vasto patrimonio militar que se esparce por toda la comarca de la Jacetania. Se concibió a finales del siglo XIX como una parte de la tupida red defensiva que se pretendía construir de forma paralela a la línea internacional de ferrocarril de Canfranc.
Cuenta una leyenda que Orosia era una princesa que fue atormentada por defender su pureza. Y que un pastos que andaba con sus rebaños entre Jaca encontró el cuerpo de la joven a ala que habían cortado la cabeza. Por eso cada 25 de junio se celebra el día de Santa Orosia.
Canfranc es un pueblo que hace frontera con Francia, es uno de los más conocidos del Pirineo Aragonés, en especial por su vieja estación de ferrocarril. Indispensable si visitas la ciudad de Jaca asistir hasta allá y visitarla Hotel conde aznar jaca.
Ya sea invierno o verano, primavera u otoño, Jaca es una ciudad llena de vida, con calles plagadas de tiendas, bares y restoranes. Ello se debe, en gran parte, a su cercanía a los centros invernales de Astún y Candanchú, aparte de inusual ambiente natural que la rodea y su rico patrimonio monumental.
Al visitar el Palacio de Hielo debemos tomar en cuenta que estaremos rodeados todo el tiempo de hielo y a bajísimas temperaturas, por ello debemos emplear ropas que nos abriguen bien, mas que nos dejen un desplazamiento cómodo.
La Catedral de San Pedro durante los siglos ha recibido diferentes reformas, pero aun así conserva su estructura básica de estilo románico. Se pueden ver diferentes obras artísticas del siglo XVIII. Dentro también se puede conocer el Museo Diocesano de Jaca.
Algunos consejos para visitar Jaca son que en la Fuente de Rapital es conveniente llevar calzado cómodo, ya que una parte del terreno es poco accesible, tampoco es aconsejable que lo visiten personas que tengan poca movilidad Hotel conde aznar jaca.
